lunes, 14 de noviembre de 2011

Muéganos: Delicias de mi infancia

Hace un par de semanas, mientras hacía el super, me encontré con dulces típicos mexicanos y suspiré, de niña eran casi una tradición en casa y los disfrutaba muchísimo, ahora me empalagan ó me asustan porque "engordan" ... Y ahí los ví, un montoncito de muéganos, cada uno puesto en un capacillo rojo; la semana pasada no me pude resistir y compré uno, rico pero no tan delicioso como los que probé siendo niña, así que se me metió, entre ceja y ceja, la idea de hacer mi versión y por eso estamos aquí hoy.
La receta pareciera fácil pero es muy laboriosa, nos va a llevar un poquito más de 2 horas elaborarla y mejor ni les cuento del tiempo para limpiar lo que vamos a utilizar, pero no les digo ésto con el afán de desanimarlas, sólo son datos a considerar antes de empezar para que los preparen un día en que estén con el tiempo holgado y con mucha disposición para lavar trastes y charolas sucios.
Los utensilios indispensables para realizar ésta Dulce Idea son: rodillo, cernidor ó colador de orificios finos, plástico para alimentos ó una bolsa resellables de buen tamaño, cacerola mediana para freír, servilletas de papel ó escurridor y un tazón mediano para preparar nuestra masa.
Vamos a necesitar:
Para la masa
  • 2 tazas de harina de trigo
  • 1/4 de cucharadita de polvo de hornear
  • 1 huevo
  • 1 cucharada de aceite vegetal
  • 3 y 1/2 cucharadas de agua
  • 1 cucharada de leche
  • 1 y 1/2 cucharadas de azúcar
  • La punta de una cucharadita de sal
  • Aceite de cocina para freír, el necesario para que se cubran nuestros rectángulos, yo usé aproximadamente media taza
Para el caramelo
  • 1 taza de azúcar
  • 1/2 taza de miel de maíz
  • 1/4 de taza de agua
  • El jugo de un limón
Procedimiento:
  1. Cierne la harina junto con el polvo para hornear y colócala en un tazón formando un hueco en el
    centro. Añade el aceite y la sal.
  2. Agrega al centro de la harina el huevo, la leche y el agua. Mezcla con una pala de madera para integrar y en cuanto sea posible, amasa (con ambas manos) sobre una tabla limpia, hasta que comience
    a despegarse de los dedos.
  3. Regresa la masa al tazón y cúbrela con plástico para alimentos, déjela reposar por 1 hora en un lugar tibio.
  4. Transcurrido este tiempo, divide la masa en dos partes y sobre la mesa enharinada, estira con la
    ayuda del rodillo hasta formar una tortilla delgada (Procura dar forma rectangular).
  5. Con un cuchillo filoso corta formando rectángulos de 2x1 cm, aproximadamente. Calienta el aceite en la cacerola y fríe los rectángulos de masa, moviéndolos con una cuchara espumadera (con orificios). Cuando estén doraditos retíralos.
  6. Para hacer el caramelo, vierte el azúcar, la miel de maíz, el jugo de limón y el agua en una cacerola.
    Calienta la mezcla a fuego alto y mantenla hasta que tome un color oscuro, agitando suave y espontáneamente. Para probar si es el momento de retirar del fuego, deja caer unas gotas en una
    flanera con agua fría. La gota de caramelo debe solidificarse y quebrarse.
  7. Coloca los rectángulos de pan fritos en un molde refractario y agrega el caramelo, procurando distribuirlo uniformemente. Con ayuda de una cuchara de cocina, incorpora perfectamente el caramelo
    y retira porciones del tamaño que te agrade para formar los muéganos. Para enfriarlos, colócalos en
    una charola, y... ¡Vòila!
Les recomiendo no dejar que el caramelo se oscurezca mucho porque puede amargarse, y hay que trabajar muy rápido formando nuestros muéganos porque el caramelo solidifica en un, dos por tres. No toquen el caramelo con sus manos porque pueden llevarse de premio una quemadura severa.
Ojalá les haya gustado y si lo intentan, ya saben, ¡nos cuentan!